Qué hacer para que mis hijos no pierdan su identidad adventista: 3 Pilares fundamentales

La crianza de los niños es un rol fundamental y desafiante que los padres enfrentan en la sociedad actual, ya que son el primer pilar. Desde el embarazo hasta la adolescencia y más allá, los padres tienen la importante tarea de formar y guiar a sus hijos hacia una vida plena y significativa. Uno de los objetivos más importantes es criar niños seguros, con una autoestima fuerte, habilidades sociales, valores sólidos, inteligencia emocional y una comprensión adecuada de su identidad.

Los niños son excelentes imitadores, y ver a sus padres viviendo su fe adventista de manera auténtica y coherente tiene un impacto significativo en su propio desarrollo espiritual. Así mismo, debemos alentar a nuestros hijos a expresar sus preguntas y dudas sobre la fe, y responderles de manera honesta y comprensiva, les brinda la confianza necesaria para fortalecer su fe y comprensión de su identidad adventista. Estar dispuestos a escuchar sus inquietudes y apoyarlos en su camino de crecimiento espiritual es esencial para fomentar una identidad religiosa sólida en ellos.

En esta travesía de criar niños seguros y confiados en su identidad adventista, la oración se convierte en el segundo pilar fundamental. Elevar nuestras peticiones a Dios, pidiendo sabiduría y guía en este camino de crianza, nos fortalece y nos permite confiar en que Él tiene un plan único para cada uno de nuestros hijos. La oración nos ayuda a mantenernos firmes en nuestra fe y a confiar en que Dios está trabajando en la vida de nuestros hijos, moldeándolos y guiándolos hacia un futuro lleno de propósito y servicio a Él y a la humanidad. Cada noche, al acostar nuestros hijos en la cama, podemos tomarnos un momento para orar junto a ellos.

La educación adventista es el tercer pilar fundamental en este proceso. Nuestras escuelas se dedican a brindar una educación completa que va más allá de lo académico, buscando desarrollar el carácter y los valores cristianos en nuestros estudiantes. La misión cristiana que guía estas instituciones complementa el trabajo de los padres, creando un ambiente propicio para que los niños fortalezcan su relación con Dios y crezcan en su identidad adventista. Aquí los preparamos para una vida significativa y llena de propósito.

Uno de los versículos bíblicos que guían la crianza es Proverbios 22:6, que nos recuerda la importancia de guiar a nuestros hijos por el camino correcto para que, cuando crezcan, no se desvíen de él. En nuestra educación adventista, este principio es fundamental. Nuestro enfoque en los valores cristianos y principios bíblicos es clave para formar la identidad religiosa de los alumnos.

En nuestras escuelas adventistas, creamos un ambiente amoroso y respetuoso donde los niños pueden crecer y fortalecer sus creencias y valores. Participar en actividades de la iglesia, como la escuela sabática y grupos juveniles, también les brinda un sentido de pertenencia a nuestra comunidad adventista. Creemos que invertir en la educación y el desarrollo espiritual de nuestros hijos es invaluable. Al dedicar nuestras vidas al servicio de Dios, estamos sembrando semillas poderosas en sus corazones y formando líderes comprometidos con su fe.

Referencias

• White, E. G. (2020). El hogar cristiano. Asociación Casa Editora Sudamericana.